lunes, 7 de julio de 2014



MONCLOA (Una mujer hace historia)
Una novela política de Germán Gullón

Excelente novela que podría parecer sospechosa –la portada exhibe los colores de la bandera de España, los mismos de los Episodios de Galdós que amula--,  aunque atrapa cuando los lectores perciben que el subtítulo, “Una mujer hace historia”, alberga reprobaciones y premoniciones prendidas a un estilo siempre bienvenido,  pues, como se dice en el breve epílogo del libro: ”Este volumen, que parodia la vida política española, pretende llegar a los lectores que sepan apreciar su humor e intención”.

Nuestra novela política moderna nació con La Fontana de Oro de Galdós, se fortaleció en El audaz, algunos de los Episodios, Doña Perfecta y otras  novelas contemporáneas del canario.  Juan Ignacio Ferreras señaló que también cultivaban la novela del dualismo sociopolítico de entonces escritores como Wenceslao Aiguals de Izco, Ceferino Tresserra, Alfonso Torres de Castilla hasta llegar a Blasco Ibáñez (1).  Antes de la Guerra Civil destacaron José Díaz Fernández, Joaquín Arderius, César Arconada  y Luis Araquistain… En los años franquistas siempre se mentó a los realistas de la postguerra y a los autores de la novela social, relegándose a Antonio Ferres, Armando López Salinas y Juan Eduardo Zúñiga, cultivadores de una novela muchas veces clandestina que fue perseguida por considerarse muy peligrosa.

Germán Gullón es un renombrado profesor de literatura y crítico literario --uno de los mejores galdosianos del momento--, también autor de cuentos y relatos sorprendentes,  que decidió hace poco cultivar la novela política sirviéndose de una prosa que combina documentación, naturalidad, acidez, ironía y humor. Primero noveló el acoso  que los grandes grupos financieros del Norte ejercían sobre la economía de España y otros países del sur europeo en  La codicia de Guillermo de Orange (2) y, ahora, ha deshollinado nuestra realidad política en Moncloa (3), construyendo una utopía donde una mujer, mediando la Corona, alcanza la presidencia del gobierno. Germán Gullón ha escuchado los lemas y gritos de nuestras plazas y calles, a los políticos y tertulianos, leído la prensa y también la consigna de que necesitamos una novela más combativa,  y se ha puesto a la tarea con el genio y el  ingenio que emergen de sus muchas virtudes literarias.

La maragata María José Benavides, casada y madre de hijos pequeños, es la líder del Partido Ciudadanos Independientes (PCI). Mujer de 41 años,  morena de figura grácil, trato agradable  y carácter firme, trabaja como profesora de inglés en la universidad.  También es diputada y acostumbra saludar a la estatua de Miguel de Cervantes que preside la Plaza del Congreso cada vez que entra o sale del mismo. Para el jefe del partido de las derechas, (PD), es “una mindundi de las ligas juveniles”, Iñaki Zulaika futuro camarada de Pepa, piensa que “hay una leona más en el Congreso de los Diputados”. La derechona Francisca Bello tampoco tarda en descubrir que Pepa “Tiene la espina dorsal derecha”. Sin embargo, el partido que Pepa preside está formado por escasos afiliados, un filósofo, un novelista y un par de intelectuales… 

Aunque los compañeros creen que su líder tiene una oportunidad única para cambiar el panorama de la política nacional, el realismo de Pepa Benavides asume  que sus posibilidades se limitan a poner puntos sobre las íes defendiendo determinados objetivos como el apoyo a las energías renovables, el mantenimiento de las becas Erasmus y la importancia de sostener la inversión I+D. Después de un viaje a Holanda tiene claro que la economía no debe acaparar el discurso político y sus  camaradas tratarán de convencerla de que debe ir hacia adelante y  liderar una Segunda Transición.

La proximidad de unas elecciones generales vale para fotografiar a los partidos políticos, los que se han repartido el poder hasta ahora --el citado PD y el partido socialista o PS que está a punto de dejar la presidencia del gobierno--, nacionalistas e izquierdistas. Germán Gullón ofrece un tapiz de enredos, personajes que parecen socías de algunos de la realidad aunque lucen como arquetipos paródicos, diestros en procedimientos basados en la artimaña, el falso halago, los apaños  y el enredo corruptivo. El retrato que hace de la política española es tal cual, no hay más concesiones que las que permite un humor  acidulado, sazonado con  las imágenes pizpiretas, vivarachas, corvas o volatineras de la parodia, por ejemplo,  cuando un periodista piensa que José Manuel Malo, Presidente del Congreso “tiene mucha experiencia parlamentaria. Pone el piloto automático y a jugar con el iPad”. Al presentar la novela el narrador escribe: “Confieso que he prestado de la guardarropía de la Historia contemporánea unos maniquís o figuras de cera, según prefieran, a quienes la imaginación del autor cubrió de carne y hueso de ficción”. Se añadirá que hay intención política, pero con propósito ético-político

Junto a los líderes están los camaradas principales. Por un lado Iñaki Zulaika --considerado un talento natural para los números--, el hacker Pepe Paredes, jefe de la campaña electoral del PCI y Jaime Noriega, marido de Pepa. Paredes procede de La codicia de Guillermo de Orange, la novela anterior de Gullón, al igual que Ellen Visser y otros personajes importantes del grupo holandés que, en Moncloa tienen un papel de apoyo episódico o esporádico. El préstamo sirve para enlazar las dos novelas presumiéndose una tercera porque Moncloa concluye como novela abierta, sin que sepamos lo que sucederá después del triunfo de Pepa Benavides.

En el otro lado figuran el cesante presidente del gobierno, el socialista  Pablo Bernesga, con faz de “buenísimo franciscano”, personaje de sonrisa beatífica sobre todo cuando piensa que los vientos soplan a su favor. Al conservador Xosé Manuel del Castillo se le caracteriza como “un hombre grande de ojos azul oscuro y de piel blanca de celta”. La verdad es que ambos líderes figuran y representan más que hacen por lo que destacan sus segundas o terceras  espadas, muy especialmente si son mujeres como Francisca Bello. Pienso que Germán Gullón asume que el siglo XXI es el de la mujer.

Tampoco extraña que Gullón torciera su andadura hacia la novela política sin que se perdieran por el camino algunas de las características peculiares de su prosa. El humor abunda en las opiniones del propio narrador, se convierte en socarronería al describir situaciones y muchas veces surge con chispa y ocurrencias en los abundantes diálogos  de marcado perfil cinematográfico que aceleran el ritmo del acontecer como sucede en films tan diferentes como Caballero sin espada (1939) de Frank Capra interpretada por James Stewart  o El político (1949) de Robert Rossen representado por Broderick Crawford y sin que este parecer mío suponga que Gullón los tuviera en cuenta.

Peio H. Riaño escribió hace dos años que desde Juan García Hortelano no ha aparecido una  novela política que merezca tal título por falta de compromiso para proclamar la verdad de la situación real del país. Al menos Germán Gullón figura entre los que han roto el  paréntesis y con una buena disposición: la importancia que da a las palabras y a las imágenes. Como comenta Rafael Chirbes --y cito del artículo de Riaño-- cualquier texto es una mirada sobre su época: "El lenguaje, las palabras son como las personas frutos de su tiempo y, en cada época, pelean por imponerse unas sobre otras. Decir libertad, amnistía y estatuto de autonomía era dinamita en una época, te convertía en delincuente. Hoy te llevan al Parlamento".(4)

Moncloa es una novela valiente donde el texto, reitero, va envuelto de ironía y humor, características que apoyan el compromiso ético-político que el autor se marcó al escribir una utopía nada desdeñable donde también se tritura la maleza que ahoga a nuestro país. Como recuerda la Miss Marple de Agatha Christie actuando  En el hotel Bertram: “Cuando un jardín se llena de malas hierbas no hay más remedio que arrancarlas todas de raíz”.
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NOTAS.:
1.- Juan Ignacio Ferreras, La novela española en el siglo XIX (hasta 1868), Taurus, Madrid, 1987, pp. 70/71.

2.- Germán Gullón, La codicia de Guillermo de Orange, Destino, Barcelona, 2013. Esta novela fue comentada en la entrada a este blog titulada “De la novela Babbitt a La codicia de Guillermo de Orange” (23/04/2013).

3.- Germán Gullón, MONCLOA. Una mujer hace historia, ViveLibro, Madrid, 2014

4.- Peio H. Riaño “La novela política entre las palabras y las ideas”, Público.Es, 13/3/2011. Se puede leer en Google.

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