Poemas del limo (2)
SIESTA
Estaba recluido en mi pequeña paz
regurgitándome
(cueva del silencio, permanencia)
y fue el viento que se agita contra la ciudad gris
y fue y vino
entrando Dios sabe por dónde
para llevárseme un temblor
(él, que gritaba contra la ciudad gris
bañada en muerte de piedra)
Mas, ¿por qué desperdiciar ternuras
aún tan leves, pobres, propias como un temblor?
¡Mi temblor desprendido!
Voy detrás de mi temblor con un cazamariposas
el silencio de aquí
alfarea un sueño profundo
el cazamariposas se deshace
en el murmullo de allá
(¡ay el viento contra la ciudad de piedra!)
Más temblores desprendidos
por el viento
Más angustias tontas
El silencio acaramela soledad
NO ERA POR CELOS
No era por celos
que me puse a espiar
el sueño que dormías
no era por celos
Saber quería
si era el protagonista
CANCIONES DEL LIMO
Da sed el camino
fatiga el vecino
Me embrujan los limones
como esos que tienes
pero ponles buen precio
a ver si me convienen
De tus ojos salían
una rosa y un clavel
al llegar a los míos
parecían un ciempiés
Para San Juan
la tengo de parto
Dime zagal
¿sabes tú de cuantos?
Si supiera mentiría
y si mintiera diría
que fue el espíritu santo
de las mozuelas bravías
En las zarzas mi morena
dejó una pestaña
la octava que deja
Pienso que voy a dejarla
no sea que una ceja
olvide mañana
lueguito la cara
hasta que no pueda
escapar yo de las zarzas
Me gusta la miel
y… el alivio
por eso me cuelgan
el sambenito…
mas no se dan hongos
en el sequío…
Si tuviese la culpa
de tanto rocío
estarían los hombres
apañaditos
y si mintiera diría
que fue el espíritu santo
de las mozuelas bravías
En las zarzas mi morena
dejó una pestaña
la octava que deja
Pienso que voy a dejarla
no sea que una ceja
olvide mañana
lueguito la cara
hasta que no pueda
escapar yo de las zarzas
Me gusta la miel
y… el alivio
por eso me cuelgan
el sambenito…
mas no se dan hongos
en el sequío…
Si tuviese la culpa
de tanto rocío
estarían los hombres
apañaditos
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